Parque Ecológico y de Reciclaje de Hidalgo

Transformar para generar: el nacimiento de un parque que cambiará la relación con la basura

Un nuevo espacio ecológico propone sustituir los tiraderos por vida, justicia ambiental y empleo en Hidalgo.

En una región marcada por los tiraderos a cielo abierto y la contaminación del aire y del agua, surge una propuesta diferente: un Parque Ecológico y de Reciclaje que busca transformar los residuos en energía limpia, áreas verdes y oportunidades de desarrollo.

El proyecto, que se levanta como parte de una nueva visión ambiental, deja atrás los modelos de “rellenos” o “basureros” y apuesta por la recuperación del suelo y la dignificación de las comunidades. Su premisa es sencilla pero profunda: “Transformar para generar”, una frase que resume el propósito de convertir la basura en bienestar y esperanza.

No será un basurero, será un espacio para vivir

De acuerdo con la información disponible, este parque no será un incinerador ni un basurero, tampoco recibirá residuos peligrosos ni de otros estados. Además, no será fuente de contaminación para el agua ni para el aire, y no afectará el funcionamiento del hospital cercano, el cual estará rodeado de nuevas áreas verdes. También se descarta que provoque malos olores o tráfico pesado en la zona.

El proyecto busca limpiar el suelo, mejorar la calidad del aire y del agua y ofrecer un entorno saludable para las familias de la región. Se prevé la construcción de nuevos accesos y vialidades, así como la creación de espacios de recreación y aprendizaje ambiental, donde las personas podrán convivir y formarse en prácticas sustentables.

Una respuesta a la crisis de los residuos

Hidalgo genera 2,750 toneladas diarias de basura, de las cuales unas 500 toneladas terminan cada día en el basurero a cielo abierto de Tula, que recibe desechos de 14 municipios, entre ellos Tlaxcoapan y Atitalaquia. En todo el estado existen 450 tiraderos que contaminan los ríos, el suelo y las zonas rurales.

Ante este panorama, el nuevo modelo propone dejar de enterrar y quemar los residuos para, en su lugar, transformarlos y recuperar sus materiales. Con ello se busca reducir la contaminación, generar energía limpia y crear empleos dignos.

Un parque de todos

El parque se concibe como un espacio de convivencia y aprendizaje. Tendrá una zona ecológica con áreas verdes, un vivero para reforestar, un humedal para recuperar el agua, plantas de tratamiento y reciclaje, así como zonas recreativas, culturales y deportivas.

Los residuos orgánicos se procesarán para producir biogás, mientras que los materiales reciclables como papel, plásticos y llantas se reintegrarán a cadenas productivas. En paralelo, se crearán centros de capacitación, investigación y laboratorios que promuevan la educación ambiental y la formación técnica de jóvenes y mujeres.

Una visión de futuro

La iniciativa se alinea con el ideal de una República Basura Cero, en la que los residuos se conviertan en recursos y las comunidades participen activamente en su manejo. El mensaje es claro: “Está en tus manos. Tu parque, tu futuro.”

Más que una obra de infraestructura, el proyecto representa una nueva forma de entender la relación entre la gente y su entorno. Al transformar los desechos en oportunidades, Hidalgo se perfila como un ejemplo de transición ecológica y de justicia ambiental, donde las comunidades no son víctimas de la contaminación, sino protagonistas del cambio.

En un país donde la basura suele ser sinónimo de problema, esta propuesta demuestra que también puede ser sinónimo de vida, de esperanza y de futuro.